09 enero 2007

9 de enero de 1979.

Ciriaco Sanz García, guardia civil

Ciriaco murió aquel martes 9 como consecuencia del atentado sufrido en Llodio (Álava) el viernes anterior, 5 de enero. Ciriaco fue ametrallado por varios individuos desde un coche en marcha cuando salía a mediodía de su casa, en el número 24 de la calle José Matia, en Llodio. Fue trasladado primero al ambulatorio, y después a la Ciudad Sanitaria de Cruces, en Bilbao.

De Santa Inés (Burgos), Ciriaco tenía 50 años, estaba casado y era padre de cuatro hijos.
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9 de enero de 1980

Sebastián Arroyo González, guardia civil retirado

Sebastián sufrió el atentado la víspera 8 de enero en Alsasua (Navarra). A eso de las siete y media de la tarde, Sebastián salía del trabajo, en la fábrica de guantes de caucho Igartex. Al poco de poner en marcha su coche, fue disparado por miembros de ETA. Atendido de urgencia en Alsasua, fue trasladado al hospital de Navarra en Pamplona. Murió poco antes de las diez y media del 9 de enero.

Sebastián, 53 años, de Sobradillo (Salamanca), estaba casado y tenía cuatro hijos.
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9 de enero de 1991

Isidro Jiménez Dual, vendedor ambulante

Asesinado por ETA en Bilbao, por la explosión de una bomba situada en los bajos de su furgoneta.

Casado y con cuatro hijos, a Isidro se le relacionó con el tráfico de drogas.
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9 de enero de 1998

José Ignacio Iruretagoyena Larrañaga, concejal del PP en Zarauz

Asesinado por ETA en Zarauz (Guipúzcoa), mediante una bomba lapa colocada bajo el asiento de su coche.
Tras sacar el vehículo del garaje de su casa, poco antes de las ocho de la mañana, emprendió el recorrido que diariamente repetía hasta llegar a la calle Urdaneta, muy cerca del negocio familiar. Fue en esta calle, a kilómetro y medio de su casa, donde hizo explosión la bomba. Los ejercicios médicos de reanimación resultaron infructuosos.

José Ignacio, de 35 años, estaba casado con María José Imaz y tenía dos hijos, uno de pocos meses y otro de cuatro años.

En Testimonios de víctimas podemos ver y oír a su hermana Inmaculada, a quien ETA quiso matar en el cementerio junto a cuantos asistían a la conmemoración del tercer aniversario del asesinato de José Ignacio.
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Ciriaco, Sebastián, Isidro, José Ignacio.
Un abrazo a sus familias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todavía hoy los hijos de Jose Ignacio son prácticamente unos niños.

Pienso en los niños que perdieron a sus padres antes de poder conservar su recuerdo. También en los hijos que pueden recordar. Cualquiera de las situaciones es dolor.

Ciriaco Sanz, Sebastián Arroyo, Isidro Jiménez, Jose Ignacio Iruretagoyena:
Teneis el respeto de muchísimas personas. Vuestros asesinos nos resultan indignos, y esperamos justicia.