Ayer, en torno a las seis y media de la tarde, apareció el cuerpo de Carlos Alonso Palate.
Vivía en Valencia. Acompañó a un amigo a Barajas a recoger a su esposa. Mientras éste acudía a la T-4, Carlos decidió quedarse en el coche a descansar un rato.
Había nacido en Ecuador, en Ambato, a dos horas y media de Quito. Tenía 35 años. Desde hacía cinco vivía en España, en Valencia, con su tío Luis Antonio y otros familiares. Trabajaba para comprar una casa a sus padres. Su madre, ciega. Su padre había muerto hacía poco. Dos hermanos y una hermana en Ecuador. Uno de ellos, Luis, con problemas de vista, viajó a España a seguir de cerca las labores de rescate. Carlos era el sostén económico de la familia.
Vino a España a vivir y ETA lo ha matado. Espero que algún día se haga justicia.
A su familia y amigos, un abrazo.
04 enero 2007
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