07 abril 2007

7 de abril de 1976.

Ángel Berazadi Urbe

Asesinado por ETA en Elgoibar (Guipúzcoa).
Ángel era director gerente de Sigma. Fue secuestrado el 18 de marzo de 1976 a la salida de la empresa. 20 días después apareció en el Alto de Azkarate con un tiro en la nuca; ETA había pedido un rescate de 200 millones de pesetas. Los trabajadores de la empresa velaron por turnos el cadáver en la capilla ardiente instalada en la fábrica. Luego trasladaron su féretro a hombros hasta la iglesia parroquial de San Bartolomé.

El Diario Vasco, el año pasado, recordaba aquellos días:

«La fotografía de Ángel Berazadi encañonado por la pistola de un etarra durante su secuestro dio la vuelta al mundo y estremeció a la sociedad vasca. Es la imagen del horror del terrorismo.»

Su mujer, Carmen, después de su asesinato declaró:

«Pido a Dios que el sacrificio de mi esposo no sea estéril y que suponga el final de una trágica escalada de terror que atenaza a nuestro pueblo. Pido a Dios, con mi corazón dolorido, que me ayude a perdonar y olvidar»

Ella y sus seis hijos abandonaron el País Vasco después del asesinato. Ángel tenía 58 años.
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7 de abril de 1979

Ginés Pujante García
Miguel Orenés Guillamón
Juan Bautista Peralta Montoya

Asesinados por ETA en San Sebastián.
Ginés, Miguel y Juan eran policías nacionales destinados a la reserva de la Policía Nacional de Murcia. Habían llegado el viernes anterior a San Sebastián. Aquella tarde salieron a dar un paseo vestidos de paisano. Cuando regresaban al cuartel de Loyola fueron ametrallados por varios terroristas.

Tenían 41, 29 y 30 años, respetivamente.
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Ángel, Miguel, Juan, Ginés.
Un abrazo a sus familias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ángel Berazadi:
No sólo atentaron contra tu vida, sino que te hicieron vivir el suplicio del secuestro.
No conozco esa famosa fotografía en la que apareces como víctima del terror. Sin verla, me duelo por ti.

Carmen: Ya ves que los asesinatos no acabaron, pero creo que ningún sacrificio de las víctimas ha sido estéril. Muchos españoles les llevamos en el corazón y aprendemos de sus historias la diferencia entre una vida digna y una vida indigna. Espero que hayas conseguido perdonar y olvidar.

Ginés Pujante, Miguel Orenés, Juan Bautista Peralta:
Siempre en nuestra Memoria.