25 de octubre de 1978.

José Benito Díaz García, policía armado

Asesinado por ETA en Bilbao.
Nacido en Tenerife, 27 años.
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25 de octubre de 1978.

Epifanio Benito Vidal Vázquez, obrero de la construcción.

Asesinado en Durango (Vizcaya).
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25 de octubre de 1986

Rafael Garrido Gil
Daniela Velasco Domínguez de Viarreta
Daniel Garrido Velasco

Rafael era Gobernador Militar de la provincia de Guipúzcoa.

El atentado se produjo en el Boulevard donostiarra, en San Sebastián, cuando un miembro de ETA que viajaba en moto colocó una bomba lapa en el coche en el que iban Rafael, su esposa Daniela y su hijo Daniel, de 21 años. Los tres fallecieron en el momento; días más tarde murió María José Teixeira, ciudadana portuguesa que pasaba por allí. Diez personas resultaron gravemente heridas y otras veinte, de menor consideración.

En 2003, el Ayuntamiento de San Sebastián concedió la Medalla de Oro de la ciudad a las víctimas del terrorismo "en memoria y como muestra de solidaridad y reconocimiento". El foro municipal de víctimas eligió a los Garrido para recoger la distinción, por ser el atentado que acabó con las vidas de sus familiares uno de los más sangrientos cometidos en la ciudad. Dos hijos de los Garrido recogieron la distinción.
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La fecha de la muerte de José Benito no es segura. He dado por buena la que aparece en Testimonios de víctimas, aunque en otras fuentes figura el 13 de octubre. Desgraciadamente, la información sobre el atentado de Bilbao que ese día costó la vida a Ramón Muiños y Elías García es muy escasa. Así que no he podido despejar la duda. Quizá José Benito muriera el 25 como consecuencia del atentado del día 13.

A su familia, a las de Epifanio Benito, María José, Rafael, Daniela y Daniel, un abrazo. Otro para los heridos de aquellos atentados; me pregunto qué habrá sido de sus vidas.
Un recuerdo especial a los otros hijos Garrido Velasco, que perdieron a sus padres y a un hermano hace hoy 20 años.
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Esto dijo Kepa Sada en el blog de Rosa Díez:

[43] Kepa Sada | 25.10.06 11:00 am
(...)
Carmen de Téllez (7 y 19)

Poco más podría añadirte a la luctuosa efemérides del día, salvo un detalle para calibrar la cercanía del horror en la que hemos vivido los ciudadanos del País Vasco.

El día del asesinato de Rafael Garrido, en pleno Boulevard donostiarra, mi mujer (abandono en este terrible recuerdo mi habitual bromita de "mi Santa") y mi hija, cada una por su lado y con "programas" diferentes, se encontraban a menos de cien metros del lugar del atentado, pudiendo muy bien acabar de cruzarse con la desdichada María José Texeira... o haber estado en su lugar. Ocasionalmente yo me encontraba a kilómetros del lugar, pero sólo dos días antes había estado trabajando a unos treinta metros de donde unos criminales reventaron la vida del Gobernador militar, su esposa y su hijo de 17 años.

Por una mera cuestión de estadística, somos muchos los que hemos sido involucrados, a nuestro pesar, en la telaraña del terror y aunque muchos aún, desdichadamente, quieren seguir desviando la mirada como si la cosa no fuese con ellos, algunos decidimos hace tiempo que más tortícolis voluntaria no.
No se trata de "valor", de "heroísmo", que el miedo se ha adueñado de esta sociedad y muy pocas cosas serían explicables sin contemplarlo. Con miedo, puede... pero no sin dignidad, que la vida sin ella es bastante tenebrosa y ya que dura poco (algunas menos, con la inestimable colaboración de los colaboradores que por aquí tiene la Parca Athropos) que al menos no la pasemos en las toperas de la conciencia.
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Gracias a Kepa Sada por su testimonio.