Cuatro días.
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Teresa Jiménez-Becerril:
"Que nadie nos obligue a perdonar a quien no está arrepentido"
Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez, asesinado el 23 de enero de 1995:
"Frente a este letargo emocional, inmoral, yo reivindico hoy más que nunca la memoria de Gregorio Ordóñez. La memoria del hombre que fue asesinado por defender nuestra Constitución, nuestro Estatuto y la unidad de España."
Inmaculada Iruretagoyena, hermana de José Ignacio, concejal del PP asesinado el 9 de enero de 1998 en Zarauz.
Salvador Ulayar (28/2/2010):
"Descansa querido Álvaro, te lo mereces mucho. Cuídanos. El recuerdo de tu drama me emociona y me anima a seguir."
María Caballero, en el homenaje a su padre, Tomás Caballero:
«Si ETA dejara las armas, no haría falta iniciar un proceso de paz. Y si quieren convencer sin armas a la sociedad siguiendo las reglas de la democracia, lo aceptaremos. Pero los terroristas no pueden recibir ningún premio o recompensa por haber matado durante años. Tendría que ser una victoria del Estado de Derecho en la que, por supuesto, haya vencedores y vencidos»
«Si ETA dejara las armas, no haría falta iniciar un proceso de paz. Y si quieren convencer sin armas a la sociedad siguiendo las reglas de la democracia, lo aceptaremos. Pero los terroristas no pueden recibir ningún premio o recompensa por haber matado durante años. Tendría que ser una victoria del Estado de Derecho en la que, por supuesto, haya vencedores y vencidos»
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Joseba Pagaza, sobre José Luis López de Lacalle
«Los terroristas no se saldrán con la suya». Iván, hijo de Luis Conde
«Mi ‘‘nietecica’’ era así. Alegre, activa, muy viva. Y le encantaba pintar». Ana, abuela de Silvia
"En España las víctimas del terrorismo no sólo no tienen nombres de calles ni se las recuerda en el lugar del asesinato, sino que encima somos las propias víctimas la que tenemos que pedir que se quiten las placas con nombres de terroristas"
Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez
Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez
«Sólo hay una razón que explica nuestro compromiso, un sentido para seguir, aguantar y soportar tanto dolor: la libertad y los derechos de los ciudadanos. Vivimos y morimos para que el hijo de Piñuel pueda tener un futuro en paz y libertad. Damos lo mejor que tenemos, nuestra propia sangre, por España, por el País Vasco y por la libertad»
Leoncio Sáinz, guardia civil gravemente herido en un atentado de ETA en 1984
Leoncio Sáinz, guardia civil gravemente herido en un atentado de ETA en 1984
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